Visionario como su coetáneo, planteó una teoría que no sólo se puede aplicar científicamente, sino a la Ciencia en si. La competencia entre organismos (véase científicos) hace que se desarrollen nuevas formas (véase teorías o hipótesis) de las que las mejor adaptadas al medio (véase conclusiones factibles apoyadas por los resultados) son las que se transmiten de generación en generación (véase nuevos científicos que apoyan sus resultados en trabajos anteriores), que nuevamente desarrollan nuevas formas (véase nuevas teorías).
Un claro ejemplo de esta "retroalimentación" o "feedback" científico es el trabajo publicado este año por Kenny Trauvillon y Serge Legendre:
Travouillon, K.J. & Legendre, S. (2009) Using cenograms to investigate gaps in mammalian body mass distributions in Australian mammals. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 272: 69-84.
donde, partiendo de numerosos estudios previos, realizaron una revisión en profundidad de varias metodologías que emplean la distribución de tamaños corporales, entre ellas los polémicos cenogramas, para tratar de averiguar si existen patrones en las distribuciones de tamaños corporales en diferentes comunidades de mamíferos en Australia y si estos patrones eran identificables a lo largo del tiempo y el espacio, así como sus posibles causas.
Para ello analizaron tanto la información ambiental como la ecológica (mediante el estudio de la distribución de tamaños corporales de las faunas de mamíferos) de 52 parques nacionales y reservas del continente australiano, que clasificaron como de ambiente cerrado, semiabierto o abierto.
Construyeron los cenogramas (Valverde, 1964, 1967; Legendre, 1987, 1989) los histogramas de distribución de tamaños corporales (Holling, 1992) y los gráficos de barras de especies arbóreas frente a no arbóreas (Trauvillon y Legendre, 2009) de los parques nacionales y, mediante un análisis visual, trataron de detectar patrones que se asociaban al tipo de ambiente presente en las localidades. Para sustentar los resultados observados en el análisis visual, realizaron una correlación entre una serie de variables climáticas y las variables que definieron para describir estadísticamente los cenogramas, los histogramas de distribución de tamaños corporales y los patrones de especies arbóreas vs. no arbóreas.
A tenor de sus resultados, pudieron concluir que en ambientes cerrados (bosque tropical y bosque tropical deciduo) la distribución que reflejaba el cenograma era próxima a la de los ambientes húmedos cerrados descritos por Legendre (1986, 1989), con un alto número de especies de mediano y gran tamaño y con especies arbóreas de distintos tamaños. En ambientes semiabiertos o mixtos, dónde las especies arbóreas son de gran tamaño, encontraron que la estructura del cenograma era más parecida a la de los ambientes húmedos abiertos, con mayor número de especies de pequeño y gran tamaño. Por último pudieron observar que los ambientes abiertos presentaban un cenograma de estructura similar a la de los ambientes áridos abiertos, con un elevado número de especies de pequeño tamaño y con ausencia total de especies arbóreas.
Sin embargo, sus resultados presentaban excepciones. Los cenogramas de la isla de Tasmania, así como de algunas regiones boscosas continentales tenían distribuciones discontinuas, lo cual no encajaba con un patrón de ambiente cerrado. Entre las posibles causas encontraron el "efecto isla" por el que la riqueza específica de las islas se relaciona con su tamaño, errores en el muestreo o extinciones locales como consecuencia de la parcelación del terreno. A su vez, determinadas localidades de ambiente abierto o semiabierto, tanto los cenogramas, como la distribución de tamaños corporales presentaban una proporción de especies de pequeño tamaño muy baja respecto a las de gran tamaño. La posible causa para este cambio en la distribución de tamaños corporales podía encontrarse en las relaciones que se establecen entre predadores y presas (Valverde 1964, 1967), junto con la interacción humana.
Al eliminar la población de dingos de esas regiones, que controlaban las poblaciones de predadores de menor tamaño (pequeños felinos y zorros, también introducidos, además de los marsupiales autóctonos), se produjo un incremento en las poblaciones de predadores de orden menor, por lo que aumentó la presión predadora sobre las presas de pequeño y mediano tamaño.
Llegaron a la conclusión de que el uso conjunto de las tres metodologías daría unos resultados mucho más fiables, que el de las mismas por separado.
Estos resultados, junto con el hecho de que los cenogramas de los parques y reservas australinos presentaban una estructura similar a los de otras localidades situadas en ambientes similares, pero muy alejadas geográficamente, les permitieron concluir que tanto los cenogramas, como las otras dos metodologías, reflejaban de forma fiable los patrones de vegetación, lo que sustentaba la hipótesis de discontinuidad textural y no la del taxón núcleo, ambas definidas por Holling en 1992.
No será la última vez que oigamos hablar de la estructura de las comunidades de mamíferos y de como esta puede o no hacer de ventana al pasado, porque como si el pulso mismo de la evolución los obligase, los científicos no pueden dejar de hacerse preguntas...
Referencias
- Darwin, C.R. & Wallace, A.R. (1858) On the tendency of species to form varieties; and on the perpetuation of varieties and species by natural means of selection. Journal of the Proceedings of the Linnean Society of London, Zoology, 3: 46-50.
- Holling, C.S. (1992) Cross-scale morphology, geometry and dynamicsof ecosystems. Ecological Monographs, 62: 447-502.
- Legendre, S. (1986) Analysis of mammalian communities from the Late Eocene and Oligocene of Southern France. Palaeovertebrata, 16: 191-212.
- Legendre, S. (1989) Les communautés de mammifères du Paléogène (Eocene supérieur et Oligocène d´Europe occidentale: structures, milieux et évolution. Münchner Geowissenschaftliche Abhandlungen, 16: 1-110.
- Valverde, J.A. (1964) Remarques sur la structure et l´évolution des communautés de vertébrés terrestres. 1. Structure d´une communauté 2. Rapport entre prédateurs et proies. La Terre et la Vie, 111: 121-154.
- Valverde, J.A. (1967) Estructura de una comunidad de vertebrados terrestres. Monografías de la Estación Biológica de Doñana, 1: 1-129.
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