Por un lado, el consejo de ministros aprobó el Anteproyecto de la nueva Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, que tratará de ajustar la legislación nacional a la nueva situación de la investigación en España, muy diferente de la de 1986, fecha de la que data la Ley de la Ciencia vigente hasta ahora.
Por otro lado, "El Vinosaurio" rescató de la memoria un reportaje de "El Escarabajo Verde" que hace cuatro años nos recordó la mala situación de los becarios de investigación.
Esta situación tan poco halagüeña es una de las cosas que la nueva ley supuestamente tratará de mejorar... Sin embargo, y aquí está la conexión mental entre ambos sucesos, la Federación de Jóvenes Investigadores, también conocidos como becarios=precarios ha sido uno de los colectivos más críticos con el nuevo proyecto de ley. Y las dos principales críticas que han planteado pueden resumirse en:
- Es necesario establecer una estructura de la carrera investigadora que presente claramente los pasos en los que se fundamenta y su ordenación y duración temporal. En el proyecto de ley tan sólo se mencionan tipos de contratos pero no se establecen las conexiones entre ellos, lo cual puede dar lugar a situaciones tan rocambolescas como que alguien se quede indefinidamente en la posición de "postdoctoral" sin llegar nunca a estabilizar definitivamente su puesto de trabajo.
- Por supuesto, también es imprescindible un incremento sustancial de la financiación dedicada a estos temas por parte del estado. Sólo así se logará que España alcance una posición digna dentro de los países desarrollados, algo que claramente se merece por la calidad de sus investigadores pero que, sin embargo, nos está vedado por la escasez de los fondos que se dedican a investigación.
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