Esta semana tuve uno de esos encuentros que siempre tememos por diversos motivos. Una pareja de "creacionistas"... Evidentemente, ellas no se definen a sí mismas de esta manera (son creyentes -en la Biblia- y ya está), pero así nos entendemos todos. ¿Y por qué digo que temo estos encuentros? Pues en mi caso es por dos motivos.
Primero, siempre puedes mantener la esperanza de que España es un país avanzado donde esta creencia nunca será tan grande como para poder llegar a encontrarte casualmente con alguno de sus correligionarios. Pero cuando te los encuentras esa esperanza se cae al suelo y se rompe en añicos. Con respecto a esto, me viene al pelo una entrada que han puesto recientemente en
Lusodinos ilustrando esta cuestión y volviendome a traer a la memoria ese trabajo que había visto hacía unos años:
Miller, J.D., Scott, E.C. & Okamoto, S. 2006. Public Acceptance of Evolution.
Science, 313: 765 - 766.
En este trabajo se publicó el siguente gráfico que indica el porcentaje de la población de diferentes países que considera que es
cierta (azul) o
falsa (rojo) la "Teoría de la Evolución".
Richard Dawkins hizo un
comentario sobre este trabajo (donde además se pueden bajar en formato PDF los dos documentos que constituyen el estudio:
1 y
2). Pero aquí me centraré en la parte que me interesa ahora. En España se puede decir que un 70-75 % de la población acepta sin problemas la Evolución... Bien, ¿no? ¡Pero es que más del 15 % afirma que la considera falsa!
Todavía estamos lejos de los asombrosos porcentajes de Estados Unidos, pero ¿deberíamos preocuparnos? Porque si nos tenemos que preocupar es donde entra mi segundo problema con estos encuentros. Si consideramos que esto es preocupante, tendremos que ponerle remedio y la única manera es tratando de rebatir uno por uno los argumentos de los creacionistas. Y a mi se me dan fatal las luchas de oratoria...
La cosa empezó con el hecho de que a través de unas pocas preguntas sin importancia me identificaron como
"uno de los de Darwin". Y se quedaron encantadas de poder localizar a uno de nosotros para que les explicase la Teoría de la Evolución (¡Como si no estuviera bien explicada en los libros!). Pues nada, ahí me veo yo realizando una somera explicación sobre la selección natural, tratando de evitar los argumentos direccionistas, etc... Nada de complejidades (que si no se creen esto, ¿para qué nos vamos a meter con las discusiones entre macroevolución y microevolución?). Y cuando pasa un ratillo, me suelta Miriam (que así se llama una de mis creacionistas -me temo que me las encontraré a menudo pues me han fichado el horario y la parada de autobús-) que ella ha leído que
"Darwin se retractó de su teoría en el lecho de muerte". Te sueltan una cosa así (que sabes perfectamente que es
falsa) y te quedas como pensando
"Ahora qué le digo yo a esta buena mujer" (porque hay que reconocer que es una señora agradable). Y mientras estoy intentando explicarle que eso es una invención de la gente que no cree en la Evolución (osea sus "seguidores de la Biblia"), me habla de lo difícil que es que se forme una estructura como los ojos. Y resulta que este es uno de los argumentos que, como nos cuentan desde
microsiervos, suelen utilizar. Transcribo aquí directamente porqué está muy bien explicado:
<<...una cita del propio Darwin que los creacionistas usan para intentar demostrar que él mismo no creía en la teoría de la evolución que proponía:
"Suponer que el ojo, con todos sus inimitables artificios para ajustar el foco a distintas distancias, para admitir distintas cantidades de luz y para la corrección de la aberración esférica y cromática pudo haberse formado por la selección natural parece, lo confieso libremente, absurdo de todo punto."
Claro que nuestros amigos no suelen mencionar el párrafo que sigue a este:
"Y sin embargo la razón me dice que, si puede mostrarse que existen numerosas gradaciones desde un ojo perfecto y complejo a uno muy imperfecto y muy simple, siendo cada grado útil para su poseedor, si además el ojo varía ligeramente, y las variaciones son heredadas, lo cual ocurre ciertamente, y si alguna variación o modificación en el órgano ha de ser útil para un animal bajo condiciones cambiantes de la vida, entonces, la dificultad para creer que un ojo perfecto y complejo pueda haber sido formado por selección natural apenas puede considerarse real." >>
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En fín, que ahí me veo teniendo que rebatir ideas de lo más alejadas de las mías propias cuando menos me lo esperaba. Y encima yo soy de los que piensa que no habría ni que discutir estas cuestiones porque no tienen nada que ver... aparte del hecho de que esta discusión ya tuvo lugar hace más de un siglo y el resultado quedó bastane claro. Investigando un poco, he descubierto que son muchos los que piensan que Ciencia y Religión son dos ámbitos que no deberían discutir entre sí porque sus intereses son totalmente divergentes y no tendrían porqué entrar en colisión, lo que se conoce como "discordismo" (ver un interesante comentario sobre
el eterno debate entre ciencia y religión).
Sin embargo, a pesar de todo la batalla ha sido iniciada al otro lado del Atlántico y parece que quiere llegar a nuestro lado. El problema, como siempre, es una cuestión de lucha por el poder. Pues bueno, una de mis fuentes de lectura actuales (
"Juliano el Apóstata" de
Gore Vidal) me ha hecho empezar a darle vueltas a esta situación, y estuve pensando en cómo había evolucionado la forma de entender el mundo a lo largo de la Historia. Desde unos orígenes en los cuales el pensamiento humano estuvo dominado por las crencias religiosas se llegó a la Filosofía, hace más de dos mil años, que trataba de buscarle los engranajes al mundo por medio de la lógica y la discusión de las alternativas. Finalmente, el desarrollo de la Ciencia puso toda esa lógica a prueba mediante la contrastación de hipótesis derivadas del método hipotético-deductivo. Me parece llamativo que la Religión (por lo menos el cristianismo) ya mantuvo una fuerte batalla con la Filosofía allá por tiempos del Imperio Romano (utilizando los métodos de discusión filosófica) y que ahora estemos volviendo a ver un resurgir de esta combatividad de la Religión, en este caso frente a la Ciencia (tratando de utilizar los argumentos científicos -aunque muy desvirtuados, como ocurría con los filósofos religiosos que, según criticaban sus contrincantes paganos, tendían a ser poco lógicos-). El resultado de la batalla entre la visión cristiana y la visión filosófica del mundo a finales de la época clásica fue rotundo... esperemos que no se repita en la actualidad con la visión científica...