miércoles, 7 de octubre de 2009

La Ciencia en España no necesita tijeras... : La Blogosfera contra los recortes en el Ministerio de Ciencia e Innovación

Pues sí, las cosas se han puesto calentitas en la Blogosfera en cuanto se ha sabido que el nuevo presupuesto del estado español presentado por el gobierno tiene intención de recortar la partida del Ministerio de Ciencia e Innovación nada menos que en un 15%.

Pues resulta que mientras que a todos nosotros se nos erizó el pelo del cogote cuando nos enteramos, a Javier Peláez se le ocurrió que había que intentar hacer algo al respecto... aunque sólo fuera una pataleta... pero por lo menos que se oyera el calmor de disgusto popular. Así que decidió hacer uso de las redes sociales para promover una idea, que hoy todos los blogueros interesados en esta cuestión escribiésemos al respecto mostrando nuestro desacuerdo. Nos explica en su "Aldea Irreductible" que no sabía si eso de las redes sociales iba a funcionar... pues vaya si han funcionado. La cosa empezó en Twitter y a mí me llegó a través de la página de Redes en Facebook. Y, seguro que por muy diversos caminos, ahora son más de 700 blogs los que se han añadido a la convocatoria de "cacerolada virtual". Y se han apuntado más de 5000 miembros en el grupo que se ha creado en Facebook. Todo en menos de una semana. Y seguro que para cuando leas esto las cifras ya se han quedado obsoletas...


Y son muchas las razones por las cuales esta iniciativa está teniendo un tirón tan fuerte; tantas que seguramente cada uno de los participantes piense en una diferente (por ejemplo, ésta). A mí se me ocurren algunas.

Para empezar estamos en tiempos de crisis... eso es algo que a nadie se le ha escapado en los dos últimos años. Pero lo que está claro es que recortar el presupuesto a los científicos no va a ayudarnos a salir del agujero, porque si algo resulta patente tras revisar la historia económica del siglo XX es que la salida de cada una de las crisis mayores que lo azotaron se resolvió a través de los nuevos avances científicos. Sin irnos muy lejos, la terrible crisis del petroleo de los años setenta (que yo viví como niño, pero todavía recuerdo) se pudo solucionar gracias a los avances en esa nueva ciencia que se había engendrado en los años 50 y 60 y que en ese momento se estaba gestando en California... la Informática. Y aquí os vemos ahora, leyendo en un ordenador lo que otros han escrito desde sus casas, trabajos, o incluso mientras se mueven de un lado a otro en transporte público (espero que nadie se dedique a bloguear mientras conduce...). Pues bien, ahora debemos invertir con mayor fuerza que nunca en investigación para conseguir que algún otro nuevo avance inesperado nos lleve al siguiente escalón del desarrollo económico-social-ambiental-científico... y la cuestión es que ninguno sabemos por donde nos caerá... ¿Será una nueva fuente energética? ¿Será una manera más barata de aprovechar las que ya conocemos? ¿Será un nuevo avance en las técnicas agrícolas? ¿O quizás un desarrollo médico inaudito? ¿Será un mejor aprovechamiento de los recursos naturales? ¿Nos lograremos escapar de este planeta?

Resulta cuando menos incoherente que nuestros gobernantes se hayan llenado la boca diciendo que la Investigación sería el buque insignia de esta legislatura y que, de repente, se pegue este tijeretajo al presupuesto dedicado a la misma. Y aún más cuando vemos que hay otros países en donde esto no está ocurriendo, sino que se hace lo contrario.

Por otro lado, ¿qué es lo que gasta nuestro país en investigación? Pues muy poquito... Sería necesario duplicar el presupuesto anual para poder alcanzar el porcentaje medio que dedican los países de la Unión Europea... y tendríamos que triplicarlo para llegar al nivel de países de reconocido prestigio técnico e investigador como Japón o el Reino Unido. Para alcanzar a los Estados Unidos habría que cuadruplicar el presupuesto... Y sólo hablo de porcentajes (los PIB de cada país son muy variables y las comparaciones siempre son odiosas).

Para colmo, nuestro país se gasta una gran partida de ese presupuesto en formar a las nuevas generaciones de investigadores, que luego tienen que emigrar a otros países para poder ejercer adecuadamente su profesión como científicos (la cacareada fuga de cerebros). Es decir, nos gastamos el dinero en formar a gente que luego es aprovechada al máximo por los países que hacen una fuerte inversión en el desarrollo centífico. Sí, ciertamente, muchos de los avances realizados en los demás países son realizados por científicos españoles formados con dinero público pagado por todos nosotros; pero los beneficios económicos de sus investigaciones de madurez se los llevan los países que sí que invierten en Ciencia. Si nuestros gobiernos quieren que este patrón se invierta deberán realizar un esfuerzo adicional, porque "no podemos darnos el lujo de tirar licenciados y doctores a la basura". Los contratos del Programa "Ramón y Cajal" fueron un buen intento pero su consolidación ha sido muy pobre... y un número significativo de investigadores incluso decidieron renunciar a ella para irse al extranjero... ¡Y ese es el contrato estrella, la joya de la corona, del Ministerio!

En definitiva, que lo que debería hacer nuesro gobierno, en vez de recortar el presupuesto para Ciencia, es hacer una fuerte apuesta a favor de la misma y empezar por duplicarlo. ¡Ahí está dicho!

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